Yo, Daniel Blake Sinopsis: Por primera vez en su vida, víctima de problemas cardiacos, Daniel Blake, carpintero inglés de 59 años, se ve obligado a acudir a la asistencia social. Sin embargo, a pesar de que el médico le ha prohibido trabajar, la administración le obliga a buscar un empleo si no desea recibir una sanción. En la oficina de empleo, Daniel se cruza con Katie, una madre soltera con dos niños. Prisioneros de la maraña administrativa actual de Gran Bretaña, Daniel y Katie intentarán ayudarse mutuamente. “Yo, Daniel Blake”, película británica de 2016 dirigida por Ken Loach, el máximo exponente del cine de denuncia social de los últimos 40 años en Reino Unido, comprometido izquierdista pero igualmente crítico como en su afamada Tierra y libertad, sobre la guerra civil española. Con un estupendo guion de su habitual colaborador Paul Lavarti, nos presenta con la clásica ironía y flema inglesa la amargura y la tenacidad de un modesto trabajador, que por razones de salud, tiene que enfrentarse por primera vez a la ineficaz burocracia administrativa de los servicios sociales, en los que solo existen filtros, barreras tecnológicas, ausencia de un servicio amigable y personalizado, y que provocan la continua frustración de ciudadanos normales que pagaron sus impuestos para recibir asistencia cuando la necesitaran, y que solo encuentran ayuda, apoyo y consuelo en su mutua desesperación. Con la estupenda, enérgica y hasta divertida interpretación del veterano comediante y escritor Dave Johns, secundado por la joven hayley Squires, consiguió la Palma de oro del Festival de Cannes, el premio a mejor película británica y europea del año y numerosos premios y críticas favorable a interpretaciones, guion y dirección. Buena banda sonora de otro de sus habituales, el también veterano representante del clasicismo contemporáneo George Fenton. En el apartado de bandas sonoras, un breve repaso a uno de los grandes compositores , aunque poco prolífico, el griego Vangelis (Evangelos Odysseas Papathanassiou), uno de los que introdujeron con más constancia la música electrónica con sintetizadores, creando un sonido envolvente y de ambiente solemne. Entre sus mejores propuestas que han trascendido más allá de las propias películas, los temas más conocidos de realizaciones como Carros de fuego (Hugh Hudson, 1981), la primera banda sonora ganadora de un Óscar realizada con sintetizadores y de forma artesanal, la mítica Blade Runner (Ridley Scott, 1982), con su futurista tema que modificó algunos cánones tradicionales, y 1492, La conquista del paraíso (Ridley Scott, 1992), donde incluyó acompañamientos vocales. En la tertulia con Antonio Cuéllar y Alfonso Figueroa.

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